Tras unas 3 horas después de salir de Bratislava, llegamos a Budapest. No esta demasiado lejos, pero la carretera va durante mucho tiempo por un solo carril. Durante el camino,comprando las "Vignettes" o pegatinas para el peaje, empezamos a comprobar lo raro y difícil que es el húngaro. No se parece a nada que haya visto anteriormente.
Una vez en Budapest, y tras perdernos varias veces por sus carreteras y ya de noche, localizamos el hotel, que resultó estar en la calle principal de la ciudad, Vaci Ut, pero a tomar por saco, junto al Danubio, pero en una zona industrial, donde olores, hedores y la más variopinta población se daba cita cada noche. El hotel en cuestión, "Hotel Benta". Barato,unos 39 euros la doble, con desayuno incluido, habitaciones decentes y acompañadas de una biblia traducida a 3 idiomas... Posteriormente descubrimos que cada biblia tenia una marca en el lomo. Tras pasar la primera noche nos dimos cuenta de que todo el mundo la usa para que el ventanal no se cierre(ya que no tenia aire acondicionado) y claro, de ahí la marquita.
Una vez establecidos, muertos de hambre, preguntamos para comer. Nos dijo el recepcionista que a esa hora (las 11 de la noche), lo único que estaba abierto era un McDrive a unos 15 minutos a pie. Allá que fuimos. Sorpresa, estaba cerrado...pero solo para los peatones, el McDrive seguía funcionando. Solución, ponernos como un solo cuerpo, todos unidos, formando un coche e ir poquito a poco moviéndonos hasta que nos llegara el turno. Dicho y hecho. Entre risas, alboroto y confusiones, conseguimos pedir más o menos comida, y sentarnos en la mesas exteriores a mover el bigote.
Al día siguiente empezamos con la visita a Budapest.
Comenzamos el día por Buda. Subimos hasta el barrio del castillo. Allí se encuentran numerosos monumentos:Castillo Real, Iglesia de San Matías, El Bastión de los Pescadores, Museo Militar, Museo Nacional. Pero sobre todo impresionantes vistas de la ciudad.
La iglesia y el Bastión estaban siendo reformados y poco o nada se podía ver. Además en los meses de mayor afluencia turística, quizá todos, hay una cafetería justo desde donde se pueden tener una de las mejores vistas de la ciudad. Intentamos entrar pero fuimos "invitados" a salir. De vergüenza. Después de pasear un poco por allí, Julián y Pedro decidieron entrar en las galerías subterráneas que hay en esa mismo colina.
El "Budavari Labirintus". Estas grutas prehistóricas fueron usadas durante la guerra como refugio y en el periodo de la guerra fría como lugar militar secreto. Mientras ellos disfrutaban del vino de esas grutas, el resto nos fuimos para seguir viendo la parte de los museos y luego bajar hacia el "Puente de las Cadenas" ,
el más antiguo y sin duda el más famoso de Budapest. Mientras esperábamos descubrimos unos dulces típicos de Budapest que estaban riquísimos. Algo así como pan dulce con canela e impregnado de chocolate o de lo que quisieras. Había muchos sabores donde elegir. Una vez reunido el grupo fuimos hacia Pest, para pasear por la Avenida Andrassy(en honor al primer ministro de la época), construida entre 1894 y 1896, patrimonio de la humanidad, donde hay numerosos teatros, museos, palacios y que termina en la "Plaza de los Heroes", que aparte de tener jardines preciosos y enormes, alberga dos de los museos más importantes de Hungria.
Debajo de esta grandiosa avenida circula el primer metro construido en la Europa continental y que tras ser reformado no hace muchos años, conserva su estado original.
Empezamos el recorrido visitando la Opera y la basílica de San Esteban y reponiendo fuerzas en un restaurante de comida rápida húngara. Barato y bastante bueno. Cuando llegamos a uno de los puntos para mi más interesantes de Budapest, hubo una división del grupo. Una parte decidió ir al Monte Gellert y otra nos quedamos en "La Casa del Terror" o "Terror Haza".
En el monte Gellert, aparte de unas vistas impresionantes de Budapest, están las famosas termas con el mismo nombre y un monumento a la liberación nazi por los soviéticos. Y de estos dos últimos trata la casa del terror. Es un museo dedicado a mostrar todo lo malo que hicieron tanto el partido nazi como el comunista en Hungria.
El museo, bastante interactivo, cosa que se agradece, y con muchos objetos y representaciones, te hace pasear por las diferentes épocas desde antes de la segunda guerra mundial hasta el final de la guerra fría. Aunque mucha información esté solo en húngaro, el museo es de obligada visita y no puede dejar indiferente a nadie. Para mi, uno de los mejores museos visitados nunca. Como he dicho otra veces, vienen bien recordar y refrescar la memoria. A la salida del museo visitamos la Plaza de los Héroes y alrededores y volvimos en el metro centenario para quedar con el resto del grupo en la Isla Margarita, considerado el pulmón de la ciudad. Aquí más o menos terminó el primer día en Budapest.
El segundo día decidimos ir a dos pueblos no muy lejos de Budapest, hacia el norte, cerca de la frontera con Eslovaquia. El primero fue Esztergom y el segundo Visegrad. Ambos junto al Danubio. Esztergom fue la capital de Hungria durante casi 3 siglos (siglo X al XIII). En ella podemos encontrar la primera iglesia católica de Hungria y también la más grande. Desde arriba se tienen vistas impresionantes del Danubio y del puente que une Eslovaquia con Hungria. Todo un placer para la vista, aunque sea dicho , cuesta subir tantos escaloncitos.
Después de pasear un poco por las calles del pueblo, que por otro lado estaba de fiestas medievales, nos dirigimos a Visegrad, famoso por el castillo que asoma en una de sus colinas, y que fue sede del rey Bela IV de Hungria. Antes de llegar al castillo, paramos en un restaurante encantador, y como siempre disfrutamos de una rica comida, a precios muy baratos. Habría que hacer posts aparte sobre la gastronomía de todos estos lugares, porque merece mucho la pena, pero eso quizá lo deba hacer otra de las personas con las que compartí viaje. Volviendo al castillo, tuvimos la "suerte" de llegar cuando estaban casi cerrando y no pudimos entrar, aunque lo mejor del lugar eran de nuevos las increíbles vistas. El Danubio se torcía haciendo el paisaje precioso.
A la vuelta aún dio tiempo para pasear un poco por Budapest durante la noche, y la ciudad es si cabe mas bonita aún.
Curioso el hecho de que nos encontramos en Budapest con unos amigos de Málaga que también estaban de vacaciones por unos días allí. El mundo es un pañuelo....
El tercer día el grupo se dividió de nuevo. La mayoría nos fuimos dando un paseo en barco a Szentendre, pueblo junto al Danubio, fundado en la antigüedad por serbios, y que hoy día es uno de las mayores atracciones turísticas de Hungria. El resto se fue al "Parque de las Estatuas".
En este lugar los húngaros han colocado las estatuas más representativas y espectaculares del periodo comunista en Hungria. Lugar muy interesante, pero al cual me abstuve de ir. De estatuas comunistas se yo ya un montón. Regresando a Szentendre, puedo decir, que el lugar es bonito, con callecitas empedradas y la estampa junto al río es preciosa. Una vez dentro, todo esta demasiado enfocado al turismo. Y cuando digo demasiado, es más que eso aún. Cometimos el error de comprar la vuelta en barco también, porque había un bus que nos hubiera dejado mucho antes en Budapest, ya que el pueblo es muy pequeño y con un par de horas, si no se tiene la intención de entrar en los minimuseos que abundan por sus calles, hay más que bastante.
Y aquí señores y señoras termina mi relato sobre Budapest y sus alrededores. Os dejo con unas fotillos tomadas durante esos días. El próximo capitulo sobre el viaje, lo antes posible. Polonia espera.
Una vez en Budapest, y tras perdernos varias veces por sus carreteras y ya de noche, localizamos el hotel, que resultó estar en la calle principal de la ciudad, Vaci Ut, pero a tomar por saco, junto al Danubio, pero en una zona industrial, donde olores, hedores y la más variopinta población se daba cita cada noche. El hotel en cuestión, "Hotel Benta". Barato,unos 39 euros la doble, con desayuno incluido, habitaciones decentes y acompañadas de una biblia traducida a 3 idiomas... Posteriormente descubrimos que cada biblia tenia una marca en el lomo. Tras pasar la primera noche nos dimos cuenta de que todo el mundo la usa para que el ventanal no se cierre(ya que no tenia aire acondicionado) y claro, de ahí la marquita.
Una vez establecidos, muertos de hambre, preguntamos para comer. Nos dijo el recepcionista que a esa hora (las 11 de la noche), lo único que estaba abierto era un McDrive a unos 15 minutos a pie. Allá que fuimos. Sorpresa, estaba cerrado...pero solo para los peatones, el McDrive seguía funcionando. Solución, ponernos como un solo cuerpo, todos unidos, formando un coche e ir poquito a poco moviéndonos hasta que nos llegara el turno. Dicho y hecho. Entre risas, alboroto y confusiones, conseguimos pedir más o menos comida, y sentarnos en la mesas exteriores a mover el bigote.
Al día siguiente empezamos con la visita a Budapest.
Comenzamos el día por Buda. Subimos hasta el barrio del castillo. Allí se encuentran numerosos monumentos:Castillo Real, Iglesia de San Matías, El Bastión de los Pescadores, Museo Militar, Museo Nacional. Pero sobre todo impresionantes vistas de la ciudad.
La iglesia y el Bastión estaban siendo reformados y poco o nada se podía ver. Además en los meses de mayor afluencia turística, quizá todos, hay una cafetería justo desde donde se pueden tener una de las mejores vistas de la ciudad. Intentamos entrar pero fuimos "invitados" a salir. De vergüenza. Después de pasear un poco por allí, Julián y Pedro decidieron entrar en las galerías subterráneas que hay en esa mismo colina.
El "Budavari Labirintus". Estas grutas prehistóricas fueron usadas durante la guerra como refugio y en el periodo de la guerra fría como lugar militar secreto. Mientras ellos disfrutaban del vino de esas grutas, el resto nos fuimos para seguir viendo la parte de los museos y luego bajar hacia el "Puente de las Cadenas" ,
el más antiguo y sin duda el más famoso de Budapest. Mientras esperábamos descubrimos unos dulces típicos de Budapest que estaban riquísimos. Algo así como pan dulce con canela e impregnado de chocolate o de lo que quisieras. Había muchos sabores donde elegir. Una vez reunido el grupo fuimos hacia Pest, para pasear por la Avenida Andrassy(en honor al primer ministro de la época), construida entre 1894 y 1896, patrimonio de la humanidad, donde hay numerosos teatros, museos, palacios y que termina en la "Plaza de los Heroes", que aparte de tener jardines preciosos y enormes, alberga dos de los museos más importantes de Hungria.
Debajo de esta grandiosa avenida circula el primer metro construido en la Europa continental y que tras ser reformado no hace muchos años, conserva su estado original.
Empezamos el recorrido visitando la Opera y la basílica de San Esteban y reponiendo fuerzas en un restaurante de comida rápida húngara. Barato y bastante bueno. Cuando llegamos a uno de los puntos para mi más interesantes de Budapest, hubo una división del grupo. Una parte decidió ir al Monte Gellert y otra nos quedamos en "La Casa del Terror" o "Terror Haza".
En el monte Gellert, aparte de unas vistas impresionantes de Budapest, están las famosas termas con el mismo nombre y un monumento a la liberación nazi por los soviéticos. Y de estos dos últimos trata la casa del terror. Es un museo dedicado a mostrar todo lo malo que hicieron tanto el partido nazi como el comunista en Hungria.
El museo, bastante interactivo, cosa que se agradece, y con muchos objetos y representaciones, te hace pasear por las diferentes épocas desde antes de la segunda guerra mundial hasta el final de la guerra fría. Aunque mucha información esté solo en húngaro, el museo es de obligada visita y no puede dejar indiferente a nadie. Para mi, uno de los mejores museos visitados nunca. Como he dicho otra veces, vienen bien recordar y refrescar la memoria. A la salida del museo visitamos la Plaza de los Héroes y alrededores y volvimos en el metro centenario para quedar con el resto del grupo en la Isla Margarita, considerado el pulmón de la ciudad. Aquí más o menos terminó el primer día en Budapest.
El segundo día decidimos ir a dos pueblos no muy lejos de Budapest, hacia el norte, cerca de la frontera con Eslovaquia. El primero fue Esztergom y el segundo Visegrad. Ambos junto al Danubio. Esztergom fue la capital de Hungria durante casi 3 siglos (siglo X al XIII). En ella podemos encontrar la primera iglesia católica de Hungria y también la más grande. Desde arriba se tienen vistas impresionantes del Danubio y del puente que une Eslovaquia con Hungria. Todo un placer para la vista, aunque sea dicho , cuesta subir tantos escaloncitos.
Después de pasear un poco por las calles del pueblo, que por otro lado estaba de fiestas medievales, nos dirigimos a Visegrad, famoso por el castillo que asoma en una de sus colinas, y que fue sede del rey Bela IV de Hungria. Antes de llegar al castillo, paramos en un restaurante encantador, y como siempre disfrutamos de una rica comida, a precios muy baratos. Habría que hacer posts aparte sobre la gastronomía de todos estos lugares, porque merece mucho la pena, pero eso quizá lo deba hacer otra de las personas con las que compartí viaje. Volviendo al castillo, tuvimos la "suerte" de llegar cuando estaban casi cerrando y no pudimos entrar, aunque lo mejor del lugar eran de nuevos las increíbles vistas. El Danubio se torcía haciendo el paisaje precioso.
A la vuelta aún dio tiempo para pasear un poco por Budapest durante la noche, y la ciudad es si cabe mas bonita aún.
Curioso el hecho de que nos encontramos en Budapest con unos amigos de Málaga que también estaban de vacaciones por unos días allí. El mundo es un pañuelo....
El tercer día el grupo se dividió de nuevo. La mayoría nos fuimos dando un paseo en barco a Szentendre, pueblo junto al Danubio, fundado en la antigüedad por serbios, y que hoy día es uno de las mayores atracciones turísticas de Hungria. El resto se fue al "Parque de las Estatuas".
En este lugar los húngaros han colocado las estatuas más representativas y espectaculares del periodo comunista en Hungria. Lugar muy interesante, pero al cual me abstuve de ir. De estatuas comunistas se yo ya un montón. Regresando a Szentendre, puedo decir, que el lugar es bonito, con callecitas empedradas y la estampa junto al río es preciosa. Una vez dentro, todo esta demasiado enfocado al turismo. Y cuando digo demasiado, es más que eso aún. Cometimos el error de comprar la vuelta en barco también, porque había un bus que nos hubiera dejado mucho antes en Budapest, ya que el pueblo es muy pequeño y con un par de horas, si no se tiene la intención de entrar en los minimuseos que abundan por sus calles, hay más que bastante.
Y aquí señores y señoras termina mi relato sobre Budapest y sus alrededores. Os dejo con unas fotillos tomadas durante esos días. El próximo capitulo sobre el viaje, lo antes posible. Polonia espera.
3 comentarios:
Pero a ver... es que usted ¿es de los que toma apuntes en cada viaje?Porque en serio que alucino con su memoria.
Y otra pregnta... Estas entradas tan turísticas, de las que da cumplido detalle, ¿es para que ya no tengamos necesidad de ir, porque hemos visto lo necesario o para animarnos a ir? No, si me respondo yo solita, pero es que cada día me asombra un poquito más.
PD: Please, diga que toma apuntes o algo, que si no muero por mi memoria de pez...
Corde, tengo buena memoria, pero no llego a los niveles de detalles que suelto en cada entrada. Las fotos e internet sirven de mucho. Hay nombres que no consigo saber, pero algo bueno tiene haber diseñado tu el viaje desde el principio. Cuando llegas a los sitios, es casi como si ya hubieras estado antes, y asi es mucho mas facil despues recordar. Pero reconozco que a medida que hay mas dias de por medio, mi memoria empieza a flaquear, que ya no era el que era antes. Espero que mis narraciones no le impidan viajar a esos sitios....mi intencion es totalmente la contraria, o eso pensaba, al menos....
A mi me despiertas siempre el deseo de conocer esos sitios, así que ¡buen trabajo!
Un beso muy fuerte
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