Robos, volcanes y cías. (aéreas y de seguros)

Llevo varias semanas sin escribir nada en el blog. Y no es por falta de ideas, o por falta de noticias. Estas últimas se van encadenando una tras otra. Justo antes de Semana Santa fuimos a Portugal (escribiré un post en breve) y la vuelta, en plena efervescencia febril de miércoles santo, fuimos saqueados en casa por un vil ladrón.

Aprovechó una ausencia de 30 minutos para desvalijarnos la casa y meternos el miedo en el cuerpo.

Cuando nos estábamos recuperándonos del susto, y asumiendo las cuantiosas pérdidas materiales con resignación, ya que el seguro se lava las manos, la abuela de Lena dejo de respirar y pasó a mejor vida. La pobre llevaba muchos años enferma y postrada en una cama y al final le llegó su hora. Parece que se fue de forma placentera. Lena quiso estar con su familia en esos momentos (yo no puedo porque necesito un visado y no me lo dan en tan corto espacio de tiempo), y el mismo día saco el billete(a precio de oro) e intentó ir para Moscú. Digo intentó, porque al final no pudo. El volcán islandés también nos afectó. A pesar de preguntar 100 veces antes de salir en Iberia, Aena, etc., sobre su vuelo, como todos nos decían que no había problemas tomó el primer vuelo con destino Madrid. Era un vuelo Málaga - Moscú vía Madrid. En Madrid, justo al empezar a embarcar, le dijeron que su vuelo estaba cancelado por las nube de cenizas del volcán más odiado del mundo en estos días. Al menos, aunque a altas horas de la madrugada, recibió un trato correcto por parte de Iberia, y la alojaron en un hotel de Madrid. A la mañana siguiente, ante la imposibilidad de volar hacía Moscú, volvió para Málaga. Ahora la odisea es recuperar el dinero del vuelo, que aunque la ley esta de nuestra parte, parece que las compañías hacen caso omiso. En fin, una tras otra y tras otra. Esperemos que la cosa pare aquí.