8 sept 2008

Cuarta Etapa. Bratislava

Vuelvo a retomar la narración de nuestro último viaje. El parón se ha debido a que nos ha visitado la madre de Lena por una semanita. Era la primera vez que estaba en España, y claro, hemos tenido que mostrarle todo como se debía. Se fue el sábado, y una vez pasado el fin de semana, y aprovechando el lunes festivo en Málaga, reanudo mis historietas. Tengo que terminar con esto rápido porque mi memoria pasar a ser más de mosca que de elefante, y el disco duro se está llenando por una parte y vaciando por otra. A lo que iba....

Bratislava se encuentra muy cerca de Viena, a unos 60 kms, y aunque no era uno de nuestros principales destinos, la cercanía y sobre todo que esta de camino a Budapest, nos hizo reconsiderarlo y parar allí por unas horas. Además teníamos la suerte de contar con una guía de la ciudad, Misha. Misha fue compañera de trabajo de Lena durante un tiempo en Málaga y esos días se encontraba en Bratislava, donde vive por ahora. Sin duda es la mejor forma de visitar cualquier ciudad. Un guía profesional(y pagado) no es lo mismo.
Llegamos a Bratislava bastante pronto. Misha nos esperaba en un centro comercial muy grande, donde dejamos el coche en su parking(gratis). Yo había estado en Bratislava 7 años atrás, también en una visita relámpago, pero encontré muchas cosas nuevas, o más bien, reformadas.
Bratislava, llamada antes Presburgo, es una ciudad del tamaño de Málaga, pero con menos habitantes. No llega a los 400 mil. Aún así tiene la mayor densidad de población de centroeuropa. Lo primero que visitamos fue el castillo, fundado en el siglo XV, actualmente museo nacional eslovaco. Para cruzar de una orilla a otra del Danubio lo hicimos por el Novy Most (Puente Nuevo). En la parte alta del puente hay un restaurante, en esa especie de platillo volante, con unas vistas increíbles de la ciudad.

Novy Most

El castillo, como muchos monumentos por estos lares, estaba siendo renovado, al menos en su fachada. Nos contaba Misha que estuvo en ruinas hasta 1950, cuando se restauro de nuevo. En el año 2001 intenté entrar con Laura, y una mujer que estaba enseñando música a unos niños nos echó gritando como una loca. Esta vez, ni siquiera intentamos entrar.

Vista Castillo Bratislava

Desde el castillo hay unas vistas magníficas de la ciudad, como se puede ver en la foto.


Si os fijáis en la foto mejor, al fondo podéis apreciar un barrio muy grande, con bloques y bloques. Es Petržalka, la zona más poblada de Bratislava, y por extensión seguro que de Eslovaquia y de Centroeuropa. El barrio fue construido durante el periodo de dominación soviética, aunque antes ya había sido habitado, y como todos ellos (hay gente que les gusta), son grises, iguales y bastante tristes. Tanto en la República Checa como en Eslovaquia son conocidos como "Panelák"(panelovy dom, o casas prefabricadas). Como sería imposible destruirlo todo y construir de nuevo, pues intentan cambiar el estilo de estos pintándolos con colores más vivos y darle otro aire. Durante un tiempo fue conocido como el "Bronx" de Bratislava, por los altos índices de criminalidad, aunque hoy día no destaca del resto de la ciudad. Supongo y espero que sea porque han bajado estos niveles...De todas formas y para no desprestigiar demasiado esta parte de Bratislava, los amantes del estilo soviético encontraran en este lugar su rincón favorito. Yo lo encuentro interesante también, pero por razones obvias estoy un poco empachado. Como última reflexión: desde Petržalka se puede ver Austria a lo lejos. Durante muchos años de existencia del telón de acero, vivían en la parte comunista de Europa, pero desde sus ventanas podían ver la parte capitalista.

Petržalka

En la subida al castillo, pasamos por un antiguo barrio judío, con casitas pequeñas y con algunas tiendas de profesiones típicamente hebreas, como joyerías. Ya se que no tiene nada que ver con Bratislava en cuestión, ni con esta parte del viaje. Aunque sí conectado con las siguientes entradas sobre Polonia, Budapest, etc. Pero ayer vi un documental que hablaba sobre la peste, y como en muchos lugares culparon a los judíos de envenenar los pozos para contagiar a la gente de este mal. Estos eran torturados hasta obligarles a mentir, confesando que si lo habían hecho. En algunas ciudades fueron asesinados antes incluso de que se diera algún caso de peste. Lo que estaba detrás de todo estas ansias de culpar a los hebreos, era el simple hecho de que mucha gente estaba endeudada con judíos por prestamos, etc., y esta era una manera muy rápida, barata y eficaz de acabar con esas deudas(.Pedro, ves como no siempre es la estupidez humana....).
El resto de la parte antigua de la ciudad esta en las calles anexas al castillo. No es muy grande, pero si bastante bonita y tranquila. Llena de iglesias y pequeñas calles empedradas. En la plaza principal hay una estatua en el centro, que según nos contó Misha, levantan y giran cada fin de año. Lo que no llegué a enterarme bien es si cada vez la dejan mirando para un lugar distinto.

Una de las figuras más populares de la ciudad es sin duda ‘Cumil’, que significa mirón en español. Se trata de la figura de un hombre que sale de una alcantarilla y según cuenta la historia, fue levantada en honor a un señor de la zona que espiaba continuamente a sus vecinos a través de su ventana. Supongo que es un castigo, y que así todo el mundo puede espiarle ahora a él, jeje. Aunque la verdad que no se yo si esta historia es cierta o no, porque a mi más me parece un bombero que otra cosa.


Para la hora de comer Misha nos llevó al Slovak Pub, un restaurante encantador con comida riquísima y precios muy baratos. Allí descubrimos la "Kofola", bebida de cola que sustituía durante el periodo soviético a bebidas de cola yankees como Coca-Cola o Pepsi en Checoslovaquia. Hoy conviven todas ellas y aún consigue mantenerse, gracias a una fiebre por todo lo retro a finales de los 90. Tiene donde competir, tiene 2/3 menos de azúcar y la mitad de cafeína que la Coca Cola.

El restaurante estaba en una calle peatonal muy bonita que antes era el lugar donde estaban la mayoría de las tiendas y talleres de la ciudad.



Después de comer seguimos con la visita a la ciudad y nos encontramos con una exposición fotográfica en la calle sobre la invasión soviética en Checoslovaquia en 1968, ya que se cumplían 40 años del tal suceso. Siempre es bueno recordar...

El día no se acababa en Bratislava. Tras dejar a Misha salimos para Budapest, donde llegaríamos esa misma noche. Pero eso es otra historia...



4 comentarios:

A corderetas con mi alma: "Corde" dijo...

¿Ya le dije que era mejor que una guía de viajes?
El caso es que un amigo mío es Eslovaco y encima ayer vi el pabellón de Eslovaquia en la Expo... No tiene mucho que ver con nada, pero el dolor de cabeza no me daj pensar con claridad.
Me quedo mirando sus fotos. Como siempre, vaya.

Anónimo dijo...

Corde tienes toda la razón... mejor que la mejor guía de viajes, jeje.
Yo también voy a ver las fotos... que envidieja (sana claro)
Besitos

Jose dijo...

Eso es que ustedes me leen muy bien y me estiman mucho. De todas formas, gracias mil. Seguire contando aventurillas.

Ani dijo...

Un viaje encantador, solo me falta haberlo visto en persona, pero por lo demás, casi igual.
Todo una pasada, las fotos y la narración.
Así que ha venido la suegra, eh? Se habrá portado usted bien con ella, no.
Besitos a mogollón.