No hay tiempo para muchas cosas ultimamente, pero intento sacar hueco para actualizar el blog. Como os dije el jueves y viernes pasado nos fuimos a hacer una de las vías verdes que hay por Andalucía, La Via Verde de la Sierra. Lo había organizado con dos meses de anterioridad, y se sumaron a la iniciativa 8 personas más, aparte de Lena, claro está. Pues las cosas que te pueden pasar cuando lo intentas hacer todo con tanto tiempo de antelación es que el tiempo u otro imprevisto, den al traste con todo. Y esto casi ocurrió. El jueves amaneció lloviendo e incluso granizó en Málaga. Problemas con el coche de uno de los integrantes y casi la convicción de que no podríamos andar ese día, nos hizo ir más lentos de lo previsto. Pero esto finalmente nos salvó, ya que al llegar allí nos informaron que las previsiones de lluvia para el resto del día eran casi nulas.
Así que tras colocar los coches estratégicamente situados (nos llevo casi 2 horas más), empezamos con nuestra caminata.
Para mi sorpresa, todo está organizado al milímetro. La ruta esta acondicionada para poder pasar incluso con silla de ruedas. Son 36 km si no te desvías del camino principal, completamente llanos, y con una superficie donde casi la mitad transcurre por una pista asfaltada, lo que lo hace muy transitable para las bicis.
Nuestra primera etapa era Olvera-Estación de Coripe, donde teníamos reservado habitaciones para todos en el hotel, el cual llenamos, ya que solo dispone de 5 habitaciones dobles. 22 kms que pensábamos que eran unos pocos menos. La última parte se hizo eterna, confiando en el GPS de uno de los integrantes que nos decía que debía de terminar ya la etapa y en lo que habíamos leído en los folletos de la ruta.
Debido a nuestro retraso para empezarla, fuimos a un ritmo bastante rápido, y llegamos bastante cansados al final del día. Lo mejor, la cena y la velada posterior. Tuvimos el restaurante para nosotros solos, en completa exclusividad. Y después, nos dejaron estar tomándonos unas copas y echando unos jueguecitos. Un 10 a los propietarios.
Como anécdota en el hotel, los grifos de agua caliente y fría. Uno marcaba la H y otro la C. Algunos pensaron que C era caliente y que H era hirviendo, jeje. Bromas aparte, el problema fue que no había un patrón para la salidas de agua fría o caliente y se creo una confusión muy divertida. El segundo día empezó con la baja de 4 participantes. Dos de ellos por cuestiones laborales, los otros 2 por cuestiones físicas (Pedro, después de verte bailar el Sirtaki el Domingo, no me creo lo de la rodilla ;) ). Así que los 6 magníficos supervivientes partimos en pos de completar la ruta. Hicimos 18 kms, ya que también visitamos una encina enorme. Sobre las 18 horas llegamos al final del recorrido, Puerto Serrano, con la satisfacción de haberlo conseguido. Algunos más cansados que otros, pero yo creo que todos contentos.
Así que tras colocar los coches estratégicamente situados (nos llevo casi 2 horas más), empezamos con nuestra caminata.
Para mi sorpresa, todo está organizado al milímetro. La ruta esta acondicionada para poder pasar incluso con silla de ruedas. Son 36 km si no te desvías del camino principal, completamente llanos, y con una superficie donde casi la mitad transcurre por una pista asfaltada, lo que lo hace muy transitable para las bicis.
Nuestra primera etapa era Olvera-Estación de Coripe, donde teníamos reservado habitaciones para todos en el hotel, el cual llenamos, ya que solo dispone de 5 habitaciones dobles. 22 kms que pensábamos que eran unos pocos menos. La última parte se hizo eterna, confiando en el GPS de uno de los integrantes que nos decía que debía de terminar ya la etapa y en lo que habíamos leído en los folletos de la ruta.
Debido a nuestro retraso para empezarla, fuimos a un ritmo bastante rápido, y llegamos bastante cansados al final del día. Lo mejor, la cena y la velada posterior. Tuvimos el restaurante para nosotros solos, en completa exclusividad. Y después, nos dejaron estar tomándonos unas copas y echando unos jueguecitos. Un 10 a los propietarios.
Como anécdota en el hotel, los grifos de agua caliente y fría. Uno marcaba la H y otro la C. Algunos pensaron que C era caliente y que H era hirviendo, jeje. Bromas aparte, el problema fue que no había un patrón para la salidas de agua fría o caliente y se creo una confusión muy divertida. El segundo día empezó con la baja de 4 participantes. Dos de ellos por cuestiones laborales, los otros 2 por cuestiones físicas (Pedro, después de verte bailar el Sirtaki el Domingo, no me creo lo de la rodilla ;) ). Así que los 6 magníficos supervivientes partimos en pos de completar la ruta. Hicimos 18 kms, ya que también visitamos una encina enorme. Sobre las 18 horas llegamos al final del recorrido, Puerto Serrano, con la satisfacción de haberlo conseguido. Algunos más cansados que otros, pero yo creo que todos contentos.
5 comentarios:
Joder!!! Quiero el verrano!! +2 en Moscu :-(( No he visto sol ya hace una semana :-(
Qué fotos más chulas!!!
Besos
Joé, espero que lo haya leído Davidik y se haya saciado con su caminata... ¡Ya sé por qué son amigos!No tienen nada que ver los rusos en esto.
Eso sí, todo muy bonico, en serio.
Bueno, yo pensaba que usted sabia que Davidik y yo corriamos media maraton en Moscu, jeje....que va, no se lo vaya a creer. Andar, si, debemos andar los dos un rato. Nos gusta el movimiento y sobre todo nos emocionamos de manera facil con las cosas nuevas. De todas formas, NYC es tan inmensa y tendra tantas cosas que ver, que seguro que le vino bien ese derroche de energia. De todas formas se lo tiene merecido por dejarse meter balas en el bolso....jejejjee
¡La virgen del pompillo! Peero qué marcha tienen ustedes.
La verdad es que el paisaje es precioso, invitaba a seguir, supongo. No sé si yo hubiese terminado o me hubiese rajado también como alguno de sus amigos.
Un besito muy fuerte para usted y para Lena, of course.
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